Naturaleza: para los amantes de los animales y de la naturaleza.
Creatividad: cartas para colorear.
Lectoescritura: fomenta el aprendizaje.
Alfabeto animal es un set de cartas de la A a la Z con ilustraciones de animales. Una entretenida forma para aprender el abecedario, introducirse al mundo de la lectoescritura de una manera lúdica, estimulando el desarrollo cognitivo y la imaginación. Están diseñadas para que niños y niñas las pinten y jueguen a contar historias y a memorizar animales. Este set incluye 30 cartas, cada una con un animal del abecedario.
Recomendado para +3 años
Tamaño: 10 x 15 cm
tarjeta: 30
Año: 2021
ISBN: 978-956-364-259-9
Categoría: 2-4 años, 4-5 años, 5-8 años, Abecedario, Actividades, Animales, Aves, Bichos, Dinosaurios, Informativo, Insectos, Juegos, Leer en familia, Libro, Libro para colorear, Margarita Valdes, Naturaleza, Peces, Vacaciones
Recomendado 100%
Excelente material para aprender las letras del alfabeto. Me encantó poder pintarlas con mis niñitas.
Este alfabeto es un tremendo aporte, ya que se puede considerar como un juego con el que los niños aprenden. Es del tamaño justo para que los padres lo manipulen y es de buena calidad como para que dure lo suficiente. Me gustó que se pudiese colorear sobre los dibujos
Alfabeto animal
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Hemos gozado con el libro de la rana, muy didáctico y a mi hija le fascina! También caballito blanco y los perritos
Hermoso libro, buena calidad y su contenido e ilustraciones muy lindas
Leer es una aventura, una invitación a dejarse llevar por las palabras escritas a mundos diversos. En este caso la expedición propuesta por Octavia Mosciatti y Loreto Salinas nos acerca al maravilloso mundo de los hongos. Ambas, escritora e ilustradora, logran desplegar en cada página un clima de enseñanza entretenido y didáctico, lo hacen de forma amena y se convierten en una voz sabia y suave que nos acompaña en la caminata brindando información, revelando secretos, regalando imágenes hermosas que ralentizan la lectura y seducen a tal punto que perduran como si las imágenes pudieran atraparse con la vista y el sentimiento. Al menos, así lo hice cuando caminé por las páginas del libro y descubrí líquenes, mohos, setas que brillan en la oscuridad, setas con forma de copas y orejas... fui hacia adelante, fui hacia atrás, encontré senderos inesperados entre títulos y dibujos. Descubrí también que habitar este libro nos hace aprender a vivir mejor en el mundo que nos rodea, que las páginas se abren y cierran como alas y uno vuela -cada uno a su manera- a los montes de la memoria, a los bosques del hoy y entiende, si los pasos no fueron en vano, aunque fueran hacia adelante y hacia atrás, aunque sean zizagueantes, aunque nos arrodillemos en cada encuentro y demoremos en dar vuelta una página, entiende, lo importante de los montes del futuro. Donde hay hongos hay vida entrelazada, sí, comparto, cierro el libro, siento la textura de la tapa telada, la erre y la efe de Reino Fungi parecen miceliar pequeñas hifas y las esporas magentas vuelan hacia la contratapa. Ahora quizás vaya al monte... o quizás encienda el microscopio... o quizás abra de nuevo el libro esta vez desde atrás, para dispersarme en el glosario, porque me gustan las palabras, me gustan los hongos, porque me gusta leer y aprender.